¿Cómo elegir a tu arquitecto?

Guía completa con ejemplos reales

5 cosas a tener en cuenta para elegir al mejor arquitecto

Elegir al arquitecto adecuado es una decisión crucial que impactará directamente en el éxito de tu proyecto. Tanto si estás planificando una reforma integral, construyendo una nueva vivienda o desarrollando un local comercial, contar con un profesional competente es esencial.

 

En esta guía, te proporcionamos las 5  claves para elegir a tu arquitecto, respaldadas por ejemplos reales y consejos prácticos.

1. Dominio del Código Técnico de la Edificación (CTE) y normativas locales

Uno de los errores más frecuentes al elegir a tu arquitecto es priorizar solo el diseño, sin valorar su conocimiento técnico y normativo. El CTE (Código Técnico de la Edificación) es el marco legal básico que regula los requisitos de seguridad, habitabilidad, accesibilidad, eficiencia energética y sostenibilidad de todas las edificaciones en España. A esto se le suman las normativas urbanísticas locales, que pueden cambiar de un municipio a otro e incluso por barrios o zonas protegidas.

 

¿Qué implica esto en la práctica?

 

Al final, un arquitecto que no esté familiarizado con la normativa local pueden derivar en problemas como: 

 

  • Redactar un proyecto que no sea aprobado por el ayuntamiento, generando meses de retraso.

  • Ignorar limitaciones urbanísticas (como altura máxima, retranqueos o alineaciones), obligando a rehacer planos.

  • Proponer soluciones técnicas o materiales que no cumplen con los requisitos de eficiencia energética o protección frente al fuego.

Ejemplo concreto:

 

Supongamos que estás reformando un local para convertirlo en oficina, y tu arquitecto no tiene en cuenta el cumplimiento del CTE-DB-SI (Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio). Diseña una distribución con pasillos estrechos, sin salidas de emergencia accesibles ni sectorización adecuada del fuego.

Al presentar el proyecto, el técnico municipal lo rechaza. Tendrás que rediseñar, demoler parte de la obra ya iniciada y volver a tramitar licencias. Esto puede costarte varios meses de retraso y miles de euros en sobrecostes.

2. Experiencia en proyectos similares: evita improvisaciones

Cuando estás por iniciar una obra, elegir al mejor arquitecto no significa solo encontrar a alguien con talento, sino alguien que ya haya resuelto los mismos retos que tú vas a enfrentar. Un arquitecto puede ser excelente en vivienda unifamiliar, pero no tener experiencia en reformar locales comerciales, gestionar obras en suelo rústico o cumplir con normativas específicas como accesibilidad o protección contra incendios.

 

Ejemplo concreto:

 

Imagina que quieres construir una vivienda en suelo rústico. Tu arquitecto habitual, especializado en reformas urbanas, acepta el encargo. Sin embargo, desconoce los requisitos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y las limitaciones de edificabilidad en suelo no urbanizable.

El resultado: el proyecto no es viable legalmente. Has pagado el anteproyecto, tal vez parte del proyecto básico, y pierdes meses en un trámite que nunca será aprobado. A esto se suma el desgaste emocional, la frustración… y volver a empezar desde cero con otro profesional.

✅ ¿Cómo evaluarlo?

 

Cuando estés por elegir a tu arquitecto, pide ejemplos concretos de obras similares a la tuya. Algunas preguntas útiles:

 

  • ¿Has tramitado proyectos en este tipo de suelo o entorno?

  • ¿Tienes experiencia con locales comerciales y sus requisitos técnicos?

  • ¿Con qué tipo de estructura constructiva trabajas habitualmente?

  • ¿Tienes fotografías, planos u opiniones de clientes anteriores?

La especialización por tipo de obra (residencial, industrial, comercial, rehabilitación, etc.) es una garantía de que sabrá prever problemas, elegir las mejores soluciones técnicas y acelerar los tiempos de proyecto y obra.

3. Capacidad de gestión y coordinación de gremios

Construcciones y reformas Matresu ob

Un buen arquitecto debe ser capaz de coordinar a todos los profesionales involucrados en la obra, desde ingenieros hasta constructores, asegurando una ejecución eficiente y sin contratiempos.

Un arquitecto con estas habilidades actúa como líder en la ejecución del proyecto junto con el director de ejecución (arquitecto técnico), formando parte de la dirección facultativa de la obra. Esto significa que no trabaja solo en el diseño, sino que se encarga de coordinar a todos los gremios involucrados (electricistas, fontaneros, carpinteros, estructuristas, etc.) y de optimizar los tiempos de obra, asegurando que cada tarea se realice en el momento adecuado y con la calidad esperada.

 

¿Por qué es clave esta capacidad?

 

Como en los anteriores escenarios, una buena gestión de obra evita retrasos, improvisaciones y conflictos entre profesionales. El arquitecto con experiencia en dirección de obra sabe planificar el cronograma de trabajos, anticipar problemas y solucionarlos antes de que afecten al proyecto. Esto se traduce en varios beneficios para tu construcción o reforma:

  • Cronograma optimizado: Cada gremio entra a trabajar en el orden correcto, evitando solapamiento de tareas y parones innecesarios.

  • Calidad y cumplimiento normativo: El arquitecto supervisa que cada instalación se haga según el proyecto y la normativa (CTE, reglamentos locales), reduciendo errores de instalación y retrabajos.

  • Tranquilidad para el cliente: Con una coordinación eficaz, no tendrás que mediar entre electricistas o albañiles. El arquitecto gestiona el día a día de la obra, resolviendo imprevistos y manteniéndote informado, lo que reduce tu estrés y ahorra tiempo y dinero.

Por ejemplo, sin una adecuada coordinación de gremios, pueden ocurrir problemas técnicos que acarrearán costes extra. Imagina que se empieza a pintar una pared antes de que los electricistas hayan terminado de pasar el cableado. Luego habría que romper la pared ya pintada para instalar los cables, generando un solapamiento de tareas y un error de planificación que retrasa la obra y encarece el presupuesto.

Situaciones así son evitables con un arquitecto habituado a coordinar equipos: se asegurará de que primero terminen los fontaneros y electricistas, y luego entren los pintores, respetando el orden lógico de la obra.

4. Eficiencia energética y arquitectura sostenible: más allá del diseño bonito

Cuando te planteas cómo elegir a tu arquitecto, uno de los criterios clave es su capacidad para proyectar con criterios de eficiencia energética. Hoy en día, una vivienda o local mal diseñado energéticamente no solo pierde valor, sino que genera gastos innecesarios y consumo elevado durante toda su vida útil. Un arquitecto actualizado debe conocer soluciones pasivas (orientación solar, aislamiento térmico, ventilación cruzada) y activas (instalaciones de bajo consumo, aerotermia, fotovoltaica), así como estándares reconocidos como:

 

  • Passivhaus: consumo energético casi nulo.

  • BREEAM o LEED: certificaciones de sostenibilidad con enfoque global.

Este tipo de arquitectura no es solo “verde” o de moda, sino una decisión técnica y económica inteligente.

 

Ejemplo concreto:

 

Supón que eliges a un arquitecto que no considera la orientación solar ni la envolvente térmica del edificio. El salón principal queda orientado al norte, con ventanales de gran tamaño pero sin protección solar, y sin aislamiento en cubierta ni en cámara de fachada. Resultado: en invierno no entra el sol y necesitarás calefacción constante; en verano, el calor se cuela por el acristalamiento, forzando el aire acondicionado.

 

Este tipo de errores puede hacer que gastes hasta un 40 % más en energía al año, y tengas una vivienda incómoda desde el primer día. Todo eso se evita si eliges un arquitecto con visión sostenible y experiencia en eficiencia energética.

5. Compromiso del arquitecto y comunicación durante todo el proceso

Una obra suele llevar consigo decisiones, cambios y contratiempos. Por eso, cómo eliges a tu arquitecto no solo depende de su currículum técnico, sino de su capacidad de comunicación constante y su nivel de implicación durante el proyecto.

 

Este perfil debe saber escuchar, traducir tus necesidades a soluciones técnicas, y ofrecer alternativas viables ante cada imprevisto. Además, debe estar disponible para resolver dudas, coordinar al equipo técnico y acompañarte en cada fase (licencias, proyecto básico, ejecución de obra, entregas finales).

 

Ejemplo:

 

Imagina que, durante una reforma integral, decides cambiar la ubicación de la cocina a mitad del proceso. Si tu arquitecto no está disponible o reacciona con desgana, es probable que el nuevo diseño no se planifique a tiempo, que los fontaneros ya hayan instalado las tomas en otro sitio, y que el cambio suponga demolición y sobrecostes. En cambio, un arquitecto implicado revisaría el impacto del cambio, rediseñaría rápido, y coordinaría con gremios antes de que el error se materialice.

 

Este nivel de compromiso del arquitecto puede marcar la diferencia entre una obra fluida y una pesadilla. Por eso, cuando estés evaluando opciones, prioriza profesionales que muestren proactividad, buena comunicación y flexibilidad desde el primer contacto.

 

En Matresu OB te ofrecemos los mejores arquitectos para tu proyecto, con un enfoque técnico, práctico y orientado a resultados.

Trabajamos con profesionales que combinan experiencia, visión sostenible y una gestión de obra impecable. Ya sea que estés pensando en una reforma integral, una nueva vivienda o un espacio técnico, te acompañamos en todo el proceso: desde la primera idea hasta la entrega final.

 

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👉 Porque elegir bien a tu arquitecto es elegir tranquilidad, eficiencia… y una obra bien hecha. 

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